sábado, 26 de septiembre de 2009

Sobre el porno y esas cosas que uno piensa "esto sólo me pasa a mi"

Era yo muy pequeña. O tal vez no, pero tengo 21 años (en octubre los 22) y cualquier día, antes de hoy, me parece que era mil años más joven. La cosa es que cuando era -realmente- joven (digamos, de 11-12) en mi casa teníamos sistema de cable, aquél llamado multivisión. Era de cajita, con números rojos y era un problema usarlo porque se iba la señal a cada rato, pero no importa. Ese sistema de cable me dio muchos momentos buenos y por eso yo le tengo cierto cariño a la tele, al menos a la que me crió. Por ejemplo, descubrí el fantasma del espacio de costa a costa (el talk show), El Laboratorio De Dexter, La Vaca Y El Pollito y muchísimos programas de los noventa que de recordarlos, se me llena el corazón de amor. Y como no estaba de moda el doblaje, luego veía algunas caricaturas en inglés, de donde sale mi teoría de que mi base sobre el conocimiento del idioma viene de la tele, JAMAS DE LA PRIMARIA.

En fin, quedamos en que yo era una adicta a la televisión. Recuerdo que el 12 era Mtv, el 16 cartoon network (creo). Pero ahí tienes que de entre todos los canales, el 33 era el que más resaltaba, porque no se veía nada. El 32 y 31 eran para pay per view, donde pasaban peliculas de Will Smith o Hugh Grant, pero los primeros 15 minutos y ya luego ponían un anuncio de que si querías seguir viendo la película, tenías que pagar 15 pesos. El 33 siempre fue un misterio, porque para ese tenías que llamar a multivisión y todo un método que caía en lo absurdo. No habia anuncios, no había nada. En la guía televisiva se veía que era un canal para adultos (nada que un titulo discreto pero jocoso no distinga).

Fue un misterio hasta que un día, pasando del 32 al 33 (en el zapping, sí), noté que se formaban ciertas figuras en lo que ahora se conoce como white noise y se escuchaban sonidos. Como no recuerdo cuándo noté eso, ni idea qué fue lo primero que vi ni lo que escuché como para que eso hubiera llamado mi atención. La cosa es que a veces le cambiaba al 33 por zapping y más figuras se paseaban y a veces los sonidos eran de chicas que, segurito, estaban pasando ratos formidables. Pero hubo este día donde estaba haciendo zapping, llegué al 33 y en lugar de ver figuras distorsionadas y sonidos que dejaban volar la imaginación del casi apogeo de la adolescencia, vi a una chica desnuda, sosteniendo una manzana verde. y ahí andaba, modelando desnuda. Como saben, playboy se distingue (o distinguía?) no sólo porque en su canal pasaban peliculas porno, sino porque tenían ese toque medio artístico payaso para las chicas desnudas. Así que, mi primer acercamiento con el porno sin una distorsión mediática, es de una chica, modelando desnuda con una manzana verde en la mano. Y si lo recuerdo no fue porque la chica fuera bonita, sino porque me sorprendió ver eso, cuando la costumbre era hacer zapping, pasar por ahí y ver líneas que a veces formaban cuerpos y luego buscar más canales.

Ahora en estos días, en que a los 22 años ya no me sorprende ver esas cosas, puedo decir que formo parte del grupo -no sé si grande o chico- que se desilusiona cuando una chica, durante todo el acto sexual, se le queda viendo a la cámara. Porque sabes que lo hace por la fama.

2 comentarios:

Paris Quelart Budó dijo...

Interesante, sí señor.

Ernesto dijo...

Que enferma debe estar la sociedad actual para pensar que la belleza de un desnudo femenino tiene que ser pornografía.

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